Cuando Marco Aurelio caminaba por las calles, aclamado por el pueblo romano, o lo hacía un general vencedor, era costumbre en el Imperio Romano que muy cerca lo acompañara un esclavo para susurrarle reiteradamente al oído: “recuerda, solo eres un hombre”, advirtiendo lo efímero de los vítores para evitar vanaglorias y pérdida de valores en el ejercicio del poder.
Lord Acton, un politólogo británico, sostuvo que “el poder tiende a corromper y el poder absoluto, corrompe absolutamente” y la historia registra innumerables casos donde el poder despótico arrasó constituciones e instituciones, para perennizarse, saquear, traficar y convertir un Estado en una granja. Lee Kuan Yew, en Singapur, puede ser la excepción que confirma la regla.
¿Y los dictadores y caudillos que se corrompieron absolutamente, saqueando y matando, se habían embrutecido? Bruto, según el DRAE, nombra al torpe, necio, incapaz y es sinónimo de salvaje o bestia. Si bien no hay evidencias que confirmen científicamente el embrutecimiento a partir del poder absoluto, hay cientos de pruebas fácticas donde los dictadores fueron irracionalmente brutales.
Desde la crueldad y extravagancia de Calígula, pasando por Nerón, Hitler, Stalin, la banda de los cuatro reformadores chinos, Abimael y miles más en la historia, decidieron más allá de la lógica, contra la especie humana asesinando a millones.
¿Cómo puede entenderse la conducta del dictador Maduro cuando sus compatriotas mueren y niega el ingreso de medicinas a su país? Cualquier normal sabe que primero es la vida y si desde el poder la decisión no es salvarla, la animalización ha vencido. Desde una perspectiva de abuso del poder, Maduro sufre un proceso de embrutecimiento.
La política doméstica es como un universo con luces y muchos agujeros negros. El exalcalde de La Victoria armó una banda criminal para saquear y acabó tras rejas. En Áncash hubo un gobernador llamado “la bestia”, en cuya gestión se robaron cientos de millones y asesinaron políticos, fiscales, candidatos y más. ¿No es vil embrutecimiento conquistar el poder para servir, pervertirse y terminar tras rejas cual peligroso animal?
En el Congreso, el foro preferido por muchos que buscan inmunidad, hay una dicotomía de percepciones: ¡cómo los vemos y cómo se ven! Muchos parecen no darse cuenta que los vemos como la estulticia hecha poder. Blindajes, inmunidad cual parapeto, repartijas, transfuguismo, gollerías, incremento presupuestal a voluntad y más, como síndrome de egolatría terrenal que anula la cordura.
¡Muera la inteligencia, viva la muerte!, dijo Millán-Astray confrontado por Unamuno en la universidad de Salamanca durante la guerra civil española.
Al fin, Calígula intentó nombrar Cónsul a su caballo Incitato, humanizando al bruto y víctima él, de embrutecimiento.