Áncash fue sacudida por la corrupción y el sicariato y solo saltaron las alarmas del Estado cuando asesinaron a Ezequiel Nolasco, quien sobrevivió un ataque anterior mientras su hijo fallecía. No era el primer caso. Otros sucedieron sin demasiada repercusión por diversas razones. La violencia extrema como una de las expresiones de la corrupción sentó sus reales en Áncash.
Con el proceso de descentralización también se descentralizó la corrupción hacia Áncash, alcanzando ribetes de escándalo por su relación directa con el crecimiento presupuestal por canon minero. Esa enorme oportunidad de solucionar los problemas sociales en una región con tantas necesidades, se perdió en una maraña de ineptitud y corrupción que se extendía hasta la capital con redes que sostenían un statu quo maquiavélico.
Los dineros perdidos que cálculos aproximados los sitúan alrededor de tres mil millones de soles, no serán recuperados en su totalidad y el costo de oportunidad es muy alto en: anemia, desnutrición crónica infantil, inseguridad, falta de hospitales, analfabetismo crónico y más.
Pero no todo está perdido. Hay esperanza y fe entre los ancashinos. Pero la esperanza y la fe no son métodos, sino el trabajo intenso. No es “mala suerte” tener tantas exautoridades en la cárcel o prófugos de la justicia, sino mala elección de los mismos.
Una región que tiene agua y tierras fértiles no puede ser sino una potencia agroindustrial y generadora de empleo. El vasto abanico de atractivos turísticos ancashinos solo puede catapultarla como una de las primeras en el rubro. El primer puerto pesquero del Perú y otrora del mundo no puede carecer de un gran frigorífico que permita que la pesca de altas proteínas y omega llegue al pueblo. Una escandalosa paradoja: en casa de herrero, cuchillo de palo.
Un factor vital a tenerse en cuenta en Áncash para la toma de decisiones es la configuración geográfica. Así, la salud ancashina demanda al menos tres hospitales nivel III y al menos dos colegios de alto rendimiento. Qué decir de inversión privada y empleo si no existen seguridad ni continuidad de procesos pues gobernadores o alcaldes son vacados o son sentenciados.
Es innegable el talento humano existente desde el genio Antúnez de Mayolo, hasta Marco Fiestas, el joven ancashino creador del helado para el combate de la anemia o el ajedrecista campeón mundial, José Martínez Alcántara hijo de huaracinos. O el profesor Juan Cadillo León uno de los 50 mejores profesores del mundo. O los siete escolares del profesor Elmer Vásquez, campeones de matemáticas. Talento humano existe como también desprecio por la política.
Vengan los jóvenes a involucrarse en el porvenir de una región que tiene todo pero le falta actores políticos en la gestión y en el legislativo.
La política como el arte de lo posible y afán de servicio no tiene nada que ver con lo vivido años atrás y cuyo efecto tóxico lo seguimos sufriendo. El porvenir de Áncash está en nuestras manos y si podemos.