Bienvenido al relanzamiento blog personal de Otto Guibovich Arteaga. www.ottoguibovich.com, te invitamos a leer los nuevos artículos del autor.

23 de diciembre de 2012

Decretos nada Concretos - La República


El ejecutivo obtuvo facultades para emitir normas legales de fortalecimiento y reforma institucional en Defensa e Interior y emitió un copioso compendio de normas con lenguaje difícil que ya mereció un comunicado explicatorio en torno a remuneraciones y pensiones.
Los DL 1132 y 1133 aprueban la nueva estructura de ingresos y buscan el ordenamiento definitivo de las pensiones, cuando menos es el título de las normas. La nueva estructura de ingresos es desmotivadora como lo serán las pensiones de las nuevas promociones. Los tecnócratas del MEF no miran el futuro y los dos sectores estratégicos lucen indulgentes y pasivos.
El artículo 5 del DL 1132 acierta al definir la profesión policial y militar como de alto riesgo y por ello incomparable con otra del sector público. Por lógica elemental, el estado debería diferenciar el trato a quienes arriesgan sus vidas como parte de sus tareas. No lo hace. Los ingresos del personal policial y militar son y serán magros mientras los congresistas con agilidad asombrosa subirán sus ingresos en un monto que a un militar le tomaría 25 y  30 años alcanzarlo, si acaso llega. ¿De qué equidad o racionalidad hablamos? ¿El que puede, puede?
Los principios rectores del DL abundan en conceptos de equidad, razonabilidad, racionalidad, formalidad, etc. para sustentar una escala remunerativa. Ninguno sin embargo ampara al personal policial y militar en sus derechos sociales y económicos que por Constitución le corresponde. ¿Cómo “Reformar y Fortalecer” instituciones sujetas a alto riesgo, con un componente humano con sueldos muy por debajo del mercado laboral?
Si un alférez gana 2.288 soles y un capitán cuyo grado se alcanza entre 8 o 12 años más tarde, solo  2,788, los 500 soles diferenciales en ese largo periodo es exigua. Esta misma diferencia en los ingresos aplica al personal subalterno pero con mayor crudeza. Un capitán al final del quinto tramo ganará 3.838 soles, posiblemente en el 2016, pero deberá responder por la operación de equipos que valen millones de dólares, sean aviones, helicópteros, antiaéreos, etc. ¿Como preservar  nuestros recursos humanos, si un piloto civil básico puede ganar 15 mil soles? La relación Riesgo y Reconocimiento queda hecha añicos.
Se introduce el extraño concepto de “Media Viudez”. Las viudas en el nuevo esquema solo cobrarán el 50% de los haberes del fallecido. Un esquema absurdo que esperemos el congreso pueda corregir o derogar.  Se cierra la pensión renovable que se prometió preservar y en una versión "mix" de AFP con Caja de Pensiones, los arriesgados policías y militares aportarán el 13% y el estado el 6% y quienes pasen al retiro cobrarán como pensión, solo el 55% del promedio de lo percibido en los últimos 60 meses. Desalentador por donde se mire. Riesgo de vida, riesgo de vejez, y riesgo que las instituciones pierdan personal costoso para el estado.
Se reconoce que es un problema embalsado por décadas como también la mejora en la CTS. También se debe reconocer que viene triunfando la tesis de Castilla y otros funcionarios que ven en policías y militares a peruanos de segunda clase. Un tufillo a discriminación antimilitar.

6 de diciembre de 2012

Diferendo, Límite y Perspectivas - Caretas


Las relaciones peruanas y chilenas van a encontrar mejores horizontes, cuando tengamos el coraje de confrontar no solo los síntomas sino las verdaderas causas de una visión antagónica que durante mucho tiempo nos puso de espaldas. Sin dudas vivimos momentos auspiciosos pero, para coincidir con Carlos Ominami de la Fundación Chile21, los negocios no lo son todo.  Podemos hurgar en el tiempo y encontrar antecedentes muy lejanos de diferencias desde tiempos de los Incas o de Diego de Almagro, pero las pugnas, injerencias, desentendimientos, etc., alcanzan su pináculo a partir de la Guerra del Pacífico.

Como consecuencia de esta guerra surgieron visiones antagónicas en nuestras sociedades, con brechas profundas que distanciaban y no permitían asomar a un camino común. Se habían construido dos culturas de casi rechazo mutuo con señaladas excepciones, situación que nunca fue considerada seriamente por los conductores políticos de ambas naciones. El ser y sentir colectivo de la sociedad peruana estaba lastimada ante una postura desdeñosa de la chilena.

De lo mas simple de entender: lo que para uno fue victoria, para otro fue inevitablemente derrota. Lo que  fue conquista de espacios, para el otro fue hurto de territorios. Lo que para uno era sembrar poblaciones y autoridad en nuevos espacios, para el otro tener que abandonar propiedades, desarticular familias, resignarse a perder todo o riesgo de ser aniquilado.

El saqueo que se “justificaba” en la victoria, para los peruanos fue contemplar el hurto de propiedades sobre la base de la superioridad de la fuerza ordinaria. Bombardear puertos y caletas, suponía consolidar victorias y restar posibilidades de recuperación, para el segundo era soportar muertes y heridos injustificables entre mujeres y niños pues los hombres o estaban en filas o habían muerto.

El llamado “repase” para no dejar heridos ni capacidad de recuperación del vencido, en uso atroz de la fuerza, para los peruanos ser testigos del desprecio por la vida al amparo superior de la bayoneta. La fuerza como factor de conquista y derechos. Se puede argumentar que la guerra es cruenta lo cual es cierto, pero un recuento histórico es imposible sin evaluar con crudeza la historia dolorosa que partió física y sicológicamente a dos pueblos.

Pongamos solamente lo mencionado en cada lado de la alforja y sumemos a manera de balance para entender por que el antagonismo ha dominado nuestras relaciones con pequeños espacios cordiales, insuficientes para una efectiva relación vecinal.

Por ello, Chile recela un irredentismo peruano que vise revancha y rescate de territorios pues el subconsciente admite que lo hecho engendro una cultura de profundo resentimiento. Perú desconfía del armamentismo chileno y la posibilidad del uso de la fuerza una vez mas. Anclados en esas posturas, los dos países sufren de desconfianzas y antipatías con la duda cabalgando ambos espacios.

En tales condiciones, la solución  al diferendo sobre limites marítimos no encontró receptividad en la política y diplomacia chilena perdiendo los dos pueblos una brillante oportunidad para la solución directa de controversias y Perú debió  recurrir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), órgano de justicia de las Naciones Unidas (ONU), amparado en el derecho internacional y en búsqueda que ese organismo defina el limite marítimo entre los dos países. La ONU establece que las denuncias ante la CIJ no suponen inamistad sino búsqueda de soluciones pacificas a controversias entre estados.

Por estos días se desarrolla la fase oral y en unos meses la CIJ dictara sentencia. Los  máximos lideres de ambos países han expresado su compromiso de acatamiento lo cual marca una diferencia significativa con lo que sucede entre Nicaragua y Colombia. La solemnidad de los compromisos de respeto a los tribunales internacionales es muestra de gran madurez y empiezan a unir a Chile y Perú en un compromiso de cumplimiento de sentencias supranacionales y pedagogía en respeto al derecho internacional.

La sentencia y su implementación marcaran el punto final de un proceso y el inicio de otro. Finalizar el camino de delimitación, debe suponer el inicio de una mayor integración y complementación de dos países que tienen en Tacna y Arica dos ciudades en una sola unidad geoeconómica, con movimiento de personas en ambas direcciones que puede alcanzar los 5 millones de pases en un año. En una realidad así, hay mucho por hacer aceptando que las relaciones de ambos, empieza por estos dos pueblos.

Los meses que vienen demandan madurez, buena comunicación, serenidad en cualquier escenario. Hay que creer en el compromiso de las máximas autoridades de cada país. Implementemos la sentencia y empecemos a mirar el mar que nos vincula con la Gran Asia, con ojos y esperanzas comunes.

25 de octubre de 2012

El Segundo Frente del Terrorismo - Expreso


El Partido, el Ejército Guerrillero Popular y el Frente Único formaban la organización terrorista Sendero Luminoso. El Partido, la superestructura, adoptaba decisiones como aquella de “destruir para construir” que equivalía a petardear al “estado caduco” para luego construir otro a gusto y medida del terrorismo. No interesaba el “millón de muertes” en el camino.
El Frente Único se caracterizó por su condición excluyente. Lo integraban incondicionales a la cúpula y era considerado el vivero de la “República Popular de la Nueva democracia”. En la práctica, la guarida de los denominados organismos generados como Socorro Popular, Movimiento Juvenil Popular (MJP), Movimiento de Obreros y Trabajadores Clasistas (MOTC), Movimiento Clasista Barrial (MCB), diversas federaciones, comités, etc.
La versión Quispe Palomino del terrorismo, cambia su aproximación a la población buscando apoyo y para ello en esfuerzo calculado, toma distancia de la ideologizada violencia de Guzmán. Han concebido un partido militarizado y el Frente Unido en reemplazo del Frente Único, dejando de lado el sectarismo en provecho de una apertura que amalgame fuerzas de todos los pelajes
Ellos critican el Frente Único de Guzmán y dicen: “…no supieron aplicar el trabajo de frente, y  ello generó enfrentamientos con los compañeros del MRTA, Patria Roja, PCP-U, MIR y otros que estuvieron en la senda de la lucha armada. Crearon fraccionamiento, paralelismo, sectarismo y destrucción de organizaciones sociales. El Frente en toda guerra popular democrática es básico y contingente principal de la revolución”. (www.pcp-crm.blogspot.com).
No menos elocuente es el párrafo siguiente: "la victoriosa primera década del siglo XXI, permite elevar y ampliar la guerra popular a las ciudades, donde se encuentra el centro neurálgico del sistema; para eso hemos desarrollado más organismos ideológica y políticamente dotados de Marxismo Leninismo Maoísmo Militarizados a lo largo de las ciudades de todo el país”.
Lo anterior provee claves para entender la creciente virulencia de la agitación cotidiana en el país. Bagua, Pómac, la violencia en Puno, Moquegua, Espinar, Cajamarca, tienen en común la participación embozada o consentida de extremistas de amplio espectro. La intentona con las torres en Ancón, está también en esa línea.
El Comité Nacional de Reorientación y Reconstitución Clasista (CONARE) de profesores de nuestros niños, busca controlar el SUTEP y es liderado por Efraín Condori, personaje involucrado en la asonada Aimara en 2011 que costó cinco vidas. Dice: “Nosotros entendemos que el SUTEP es un frente y en ello caben todas las opciones, así sean Modavef, Izquierda Unida, apristas, toledistas o fujimoristas”. La ideología del Frente Unido que le llaman.
La mutación del terrorismo no la entendemos cabalmente aun cuando nuevos indicadores perfilan su siniestro plan. Es que a diferencia del estado lerdo, sin continuidad, políticas de estado ni visión de conjunto, los terroristas no han transigido en sus propósitos, se reinventan impunemente y avanzan ante la apatía general.
Ni siquiera coincidimos en definir el problema. Terrorismo confinado en el VRAEM, sicarios del narcotráfico, empleados de capos extranjeros  y algunos reduccionistas creen que el problema es solo el tráfico de drogas. Y casi todos, percibimos muy lejano el problema. No es así. Hay un tronco común y ramas intrincadas que pueden alinear esfuerzos en un amplio frente valiéndose de la democracia para luego pisotearla y no viven tan lejos.
La ausencia pertinaz de partidos políticos con bases en todo el territorio, cede espacios al neo terrorismo. Urge la promoción y acción de partidos serios con cobertura nacional que den la batalla política de la democracia, contra el terrorismo escondido en aparentes inofensivas organizaciones. Hay que desbaratar su estrategia perversa antes que engranen nuevamente el terrorismo salvaje. He aquí un problema de estado que impone soluciones de estado.

20 de septiembre de 2012

¿Una Tercera Vía contra el Terrorismo?


Los llamados caviares y fujimoristas se enfrentan sórdidamente, demostrando poca capacidad para converger en apreciaciones respecto al terrorismo, un fenómeno que muta y se disemina rápidamente. Ello no contribuye a hacer de este problema una verdadera causa nacional. Los cabecillas terroristas se frotan las manos de ver cómo sin mucho esfuerzo siembran el caos. Punto para el terrorismo.
Lo que se lee o escucha a diario, es más bien penoso. Cada uno trata de desacreditar a los otros muchas veces con argumentos dignos de mejor circo. Los primeros se consideran los dueños del éxito y los segundos creen que la CVR escribió una biblia que para leerla hay que persignarse. Punto para el terrorismo.
Ambos se atrincheran en posturas absurdas: “en el decenio de Fujimori se acabó el terrorismo”  vs “en el decenio de Fujimori solo se violaron los derechos humanos”. Ninguno desaprovecha ocasión para echar barro sobre el otro con poca responsabilidad, en una campaña divisiva y de fratricidio político. Ni los Quispe Palomino del VRAE expresan tantas diferencias con los “Movadefos” seguidores de Guzmán.  Punto para el terrorismo.
Unos ven en las capturas de los cabecillas terroristas de SL y el MRTA, el fin del fenómeno otros gestionaron condiciones "más humanitarias" para ellos. Ambos parecen desconocer que  una victoria debe sellarse y que en este proceso, la consolidación, no era tarea militar sino social. Punto para el terrorismo.
Creen que el fenómeno actual es residual del de décadas pasadas y se desentienden de una tarea fundamental: la lucha política que requiere un frente común es decir unión y no divisionismo. El Movadef, el Conare, son vistos solo como supérstites y no como nuevas expresiones de un terrorismo mutante, audaz y temerario. Punto para el terrorismo.
Las lamentables decisiones de inicios de siglo: de reducción de presupuestos, repliegue de bases, flexibilización de condiciones carcelarias, liberación de terroristas, abandono de los comités de autodefensa, derogación de leyes contra el terrorismo, etc., sobre la base de un erróneo triunfalismo, nos han conducido a este estado de confusión.  Punto para el terrorismo.
Queda claro que la sana confrontación democrática es saludable e indispensable. Pero estos iracundos promotores de dos enfoques, parecieran provenir de dos distantes realidades. Crean  nebulosas en el camino y quitan claridad en la ruta de la pacificación. Antes bien,  debilitan a la sociedad. ¡Pónganse de acuerdo¡.
No hay ponderación para distinguir y discriminar aquello que fue bueno de lo malo. Todo parece blanco o negro, bueno o malo, sin matices. O la perfección sobrehumana o la maldad diabólica. Esta confusión conlleva que hasta la fecha, por ejemplo, no nos pongamos de acuerdo siquiera en definir el verdadero problema o problemas. Punto para el terrorismo.
Si esta es la realidad y persisten en su dialéctica rupestre, hay que desfujimorizar y descaviarizar el debate sobre el terrorismo e invocar a terceras fuerzas políticas libres de pasiones, de contaminación ideológica y posturas maximalistas para frenar el avance ideológico silencioso y persistente del terrorismo.
Hay que respaldar la labor de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional, que son la columna vertebral de la seguridad y defensa nacional. A la par de revisar la legislación que flexibilizó la carcelería terrorista y buscar un frente común nacional contra los enemigos del país.
El congresista Iberico ha iniciado una interesante campaña que puede ser imitada por políticos jóvenes que crean en la democracia y en la necesidad de preservarla. Que entiendan que el terrorismo es una amenaza real, que acepten que el Perú necesita unirse en torno al problema y hacer causa común. Que entiendan que la dialéctica desenfrenada es una forma de violencia, precisamente lo que el terrorismo busca y espera. Vencer definitivamente este flagelo, es un imperativo nacional. Ojalá sea punto para el Perú.

21 de agosto de 2012

Tropas especialistas para el Ejército - Expreso


El avance tecnológico y las nuevas herramientas demandan personas con mayor preparación y permanencia en filas. 
Los ejércitos, según su composición de tropas, pueden ser de conscriptos o profesionales. El Ejército del Perú (EP) es uno de conscriptos pues alrededor del 70% de su componente humano son soldados del servicio militar, que luego de dos años retornan a la vida civil en un proceso llamado licenciamiento. Justo, cuando han alcanzado un alto nivel en su formación militar.

El EP nació con el servicio militar obligatorio. En la práctica, siempre ha sido una institución de muy alta rotación de personal por el vaivén de captación, formación y licenciamiento.

La conscripción total, hoy resulta obsoleta por múltiples razones: la escasa capacidad de aprestamiento -cualidad de estar siempre listos- afectada con la alta rotación, los costos de captación de reclutas en rincones alejados del país, el círculo vicioso de invertir recursos humanos y materiales para perderlos cíclicamente, la incapacidad de aprovechar la experiencia o que algunos licenciados terminen en bandas criminales, etc.

El ejército de conscriptos fue solución en su momento y le debemos mucho a héroes conscriptos como el sargento Fernando Lores.

Son sensibles los niveles de ineficacia operativa en periodos de enlace entre licenciamiento y captación de nuevos contingentes.
Modelo tambalea

Al cesar el servicio militar obligatorio, se tambalea el modelo por una concurrencia de factores. Solo jóvenes que buscan alternativas de movilidad horizontal o vertical ven al ejército como opción. Bien para ellos. Pero muy malo para los fines de una fuerza con tareas sensibles de defensa nacional.

De otro lado, el avance tecnológico y las nuevas herramientas demandan personas con mayor preparación y permanencia en filas de manera que la inducción y el entrenamiento tengan sentido y se pueda lograr lo mejor de cada uno y de cada equipo.

El 2009 se presentó un proyecto de tropas especialistas y fue aprobado en el Consejo de Seguridad Nacional, luego como proyecto del Ejecutivo aprobado por la Comisión de Defensa. El Pleno del Congreso lo aprobó por unanimidad y el presidente promulgó la ley 29417 que establecía 30 días para su reglamentación. Parecía que la urgencia se había entendido.

El nuevo esquema visa un 50% de tropas especialistas que brinden continuidad y permanencia, permita recuperar la indispensable capacidad de apresto, aprovechar la experiencia por no menos de quince años, otorgarle derechos laborales brindándoles un plan de carrera, permitir que los más competentes puedan acceder a ser suboficiales y continuar su proyecto de vida, etc.

Para variar, la reglamentación fue rechazada por el MEF a pesar que el EP tenía presupuestos para aquel y el siguiente año, pues este esquema privilegiaba la calidad de tropas sobre la cantidad de las mismas y se podían optimizar presupuestos reduciendo algunos conscriptos y con ello también reducir el problema de captación de reclutas. Todo ello sigue congelado.

El brusco remezón de Kiteni, Kepashiato y alrededores, debe servir no solo para cambiar personas, sino para pasar de los síntomas a las soluciones de fondo.

16 de agosto de 2012

Estrategia sin políticas - Caretas


El Presidente de Chile, Sebastián Piñera, la calificó como la “política de las políticas”. El 16 de julio pasado, el mandatario presentó al Congreso de su país la Estrategia Nacional de Seguridad y Defensa. Por su oportunidad y contenido, el documento dio que hablar. Para el ex ministro de Defensa de Chile, José Goñi, “en su enorme ambición y aparente apresuramiento, termina siendo impreciso, difuso, superficial, incompleto y con propuestas desorientadas”

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23 de julio de 2012

Discurso por el aniversario patrio en la asociación de clubes departamentales


El Perú… es una república, con un gobierno representativo donde el poder reside en el pueblo. Somos una república democrática, independiente y soberana, según la constitución.

Todos aceptamos que somos libres y soberanos y que existimos como una república, pero pocas veces nos hemos preguntado ¿cómo es que llegamos a serlo si es que lo somos?

Hay un largo y complejo camino en la construcción del estado peruano y la peruanidad. camino, recorrido por peruanos superiores que arriesgaron su vida unos y la ofrendaron otros, para lograr que todo un pueblo 200 años más tarde pueda vivir sin dependencia de iniciativas ajenas, con capacidad para tomar nuestras propias decisiones y asumir sus consecuencias. Con problemas para entender los límites de la libertad y los riesgos que suponen el libertinaje, pero seguros que siempre serán menores que el riesgo de perderla.

La historia nos muestra con lecciones impresas muchas veces con sangre, el valor de la libertad para el crecimiento humano. Es que la libertad es consustancial al ser humano, sin libertad la condición humana se degrada a niveles de irracionalidad y es con libertad que se ha conquistado la luna y se propulsa las ciencias hacia su total esplendor. Es la libertad cotidiana  la que permite iniciativas que a su vez nos hacen desarrollar día a día. Es con libertad que la filosofía nos enseña a pensar y ser más libres. Es con libertad que nuestros límites solo los ponemos nosotros mismos. La libertad es un valor irreemplazable.  ¡Somos libres y seámoslo siempre!

Tan temprano como 1536, se dieron las primeras señales de lucha por la independencia, marco en el cual las libertades son posibles. Los peruanos nativos vieron con asombro, como una extraña cultura penetraba sus territorios. Esa diferencia de culturas que para algunos sería un choque de civilizaciones, supuso para los nativos creer que los hispanos eran mensajeros del dios wiracocha. pero, tras la muerte de Atahualpa y el ingreso español al cuzco, manco inca hermano menor de Huáscar y Atahualpa, entendió de que se trataba de dominación foránea e inicio una cruzada dolorosa que duro casi 4 décadas, donde él y sus hijos menores, lucharon incansablemente por liberarse y expulsarlos. Todos perdieron la vida y con el último de ellos, Túpac Amaru I, termino la dinastía gobernante inca, era un día del año 1572. Y ya lima tenía 37 años de fundada. Habían pasado 80 años desde que colon descubrió América. El Perú era ya una colonia súbdita de una monarquía.

la perdida de la libertad para los nativos peruanos, supuso también la perdida de propiedades, la expulsión de sus feudos, el hurto de sus enseres, la demolición de sus cultos, la imposición de ritos extraños, la violación de sus derechos. Los trabajos forzados en los socavones especialmente, cegaron la vida de millones de personas en 300 años. Hay pues una relación directa entre pérdida de libertad y la pérdida de derechos incluyendo el más importante de todos: el derecho a la vida.

En todo este tiempo, hubieron aspiraciones libertarias combinadas con posturas también resignadas y conformistas. El conformismo derivado de marcos legales de dominio que marcaba diferencia en el ser y el sentir de la vida. Un entorno en que el ser humano no era considerado igual sino que  habían superiores e inferiores.  Falto además, siempre un crisol donde se condensen los deseos y se conviertan en acciones. Recordemos que el virreinato del Perú era la plaza fuerte realista en el subcontinente. Las mayores y mejores fuerzas realistas estaban acantonadas en el Perú, lima era el centro del poder virreinal. Y la acción colonial era más fuerte en estas tierras. Había muy poco espacio para articular organizaciones sin ser advertidos y aplastados.

En 1780, José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II, curaca de Tungasuka, Surimana y Pampamarca, descendiente del ultimo inca sapa o Túpac Amaru I, lidero la primera gran rebelión contra el estado de cosas. Túpac Amaru era un próspero comerciante y cacique con propiedades importantes que por herencia le correspondían. Su rebelión no era precisamente de corte independentista sino reivindicatorio ante los abusos de los corregidores. La rebelión al radicalizarse, adquirir características independentistas. Su esposa Micaela bastidas y sus hijos fueron ejecutados en la plaza de cuzco antes de ser el, horriblemente descuartizado.

Las huellas dejadas por este terrible acto contra él y su familia, motivo que diego Cristóbal Túpac Amaru, primo del cacique de Tungasuka, retome el liderazgo de la rebelión que se extendió por el Collao, donde luego Túpac Katari siguió los esfuerzos y se extendió hasta Jujuy en el virreinato del rio de la plata.  La rebelión de Túpac Amaru ii marcó el inicio de la etapa emancipadora en la historia de Perú. Fue sin duda una de las primeras chispas de la hoguera independentista.

Hubieron otros intentos que fueron aplacados hasta que en junio de 1811, francisco Antonio de Zela, dio el primer grito de libertad en Tacna donde organizo con fines específicamente independentistas, la toma de cuarteles  y la formación de la primera milicia para luchar por la libertad en el Perú. Dijo de Zela: “tacneños patriotas, llego la hora, ya somos libres”. Fue el primero que apelo al patriotismo y lo ligo con libertad. Fue el primer  grito de libertad en nuestras tierras. Han pasado 201 años de esta gesta, y es una asignatura pendiente de la sociedad peruana reconocer a quien debería ser considerado el padre de la independencia patria. De Zela tuvo una visión amplia que consideraba además del Perú, alianzas con movimientos libertarios rioplatenses para alcanzar la libertad de América. De Zela cayo prisionero, fue condenado a cárcel perpetua, confinado en el real Felipe primero  y luego enviado a Chagres en panamá donde falleció precisamente el 28 de julio de 1,821. Cuando se proclamaba formalmente la independencia del Perú. Él nunca lo supo. Honor y gloria para francisco Antonio de Zela, el organizador del primer Ejército del Perú en las pampas de Caramolle de la heroica Tacna.

Vinieron luego los hermanos Angulo y mateo Pumacahua, quienes lograron movilizar grandes poblaciones en pos de la libertad y proclamar la independencia de cuzco y Arequipa sucesivamente. Pero al final fueron vencidos y ajusticiados en Umachiri junto con mariano melgar. Con ello termino el esfuerzo autóctono por la libertad.  Y entonces, había que esperar opciones de apoyo exterior en países que ya habían logrado conquistar su independencia y entendían que mientras hubiese un bastión colonial en el Perú, todas los demás nacientes estado corrían el riesgo de ser recolonizados.

Merece destacar y en honor a la verdad, que las batallas que se desarrollaron en este periodo tenía mucha semejanza con una guerra civil, en tanto se tenían peruanos a ambos lados del campo de batalla. Criollos o indios formaban tropas en ambos bandos, luchaban y entregaban sus vidas por causas acaso similares en su misma patria pero de distinto enfoque y liderazgo. Era un tema de coyunturas de origen, de espacio, conocimiento o de simple circunstancia de tiempo. También merece destacarse, el hecho que las iniciativas libertarias procedían casi siempre en lugares marginales. No del seno de la gran capital ni de la actitud de la alta sociedad. Había recelo por lo que podían hacer los oriundos separados del control colonial. Siempre hubo un temor latente heredado de quienes usurparon predios y conculcaron independencias para imponer su voluntad. La reacción indígena era al menos una incógnita para criollos e hispanos.

Años más tarde cuando los criollos deciden involucrarse con mayor intensidad por la independencia, buscaban en la práctica una transferencia del poder, sin modificar las estructuras coloniales que les proporcionaba estabilidad suficiente. La aristocracia limeña no tenía mayores problemas y a la par de su descontento con aduanas, impuestos o el absolutismo, buscaban mayores cuotas de participación en el gobierno colonial. Por ello cuando la expedición libertadora inicia la campaña desde el sur, la elite capitalina aguarda cautamente mayores definiciones para definirse a sí misma. Se unen a san Martín apostando al supuesto ganador, pero mantenían un ojo avizor pendiente sobre los realistas pues no dudarían en retornar con ellos. Esta situación posiblemente sea el origen de esa subcultura del acomodo, que hasta hoy perdura.

Es así que san Martín proclama la independencia el 28 de julio despertando gran júbilo en los peruanos. Pero la proclama no nos hizo inmediatamente artífices de nuestro destino. La independencia era entonces un gran deseo pero con tropas reales en la sierra que ni se habían rendido, ni tenían intenciones de hacerlo. Vendrían luego las disquisiciones de Guayaquil que termino con la partida de San Martín para la irrupción de Bolívar con tropas de la gran Colombia. San Martín fue una persona sensata  que no gustaba de los honores ni de noblezas. Un soldado estoico que se retiró del Perú con lo que vino. Un gran hombre que merece que su efigie perennice su memoria.

Con Bolívar se libraron dos batallas claves, la de Junín y Ayacucho. Esta última sello la independencia del Perú y de América del sur. Ambas fueron demostración de coraje y convencimiento que en esos parajes se jugaba no solo el destino del Perú, sino también del continente, por ser el Perú el bastión colonial más fuerte como antiguo.

En Ayacucho recién se selló la independencia. El Perú volvía a ser libre. La capitulación del virrey la serna ponía punto final a 300 años de sujeción. Sobre las pampas de la quinua, retumbo el grito y el eco de José María de Cordova: ¡soldados, armas a discreción y paso de vencedores! en un preludio de la libertad que venía, dispuso discrecionalidad en las decisiones y a paso de vencedores, no de indecisiones. Se enfrentaron realistas y patriotas, donde una vez más chocaron peruanos contra peruanos junto a luchadores de otras nacionalidades. Era el corolario de una larga y compleja jornada. La independencia no ha sido pues un hecho especifico ocurrido en un solo día, ni se logró plenamente el 28 de julio de 1821, sino el fruto de un largo proceso. La primera chispa independentista la prendió manco inca, la siguieron Túpac Amaru II, francisco Antonio de Zela, los hermanos Angulo, el brigadier Pumacahua, Paillardelli, María parado de bellido, y centenares de personas que desde su intimidad sabían que la libertad era algo por lo cual había que luchar, que la lucha seria larga y que una vida, bien valía la independencia de futuras generaciones.

No podían faltar las crisis derivadas del éxito independentista y se dieron en forma de luchas internas. Hay que reconocer que el cambio cultural que supone conquistar la independencia y algunas libertades después de tres siglos, fue complejo y supuso desconcierto que conllevo enfrentamientos que no terminamos de  eliminar hasta hoy. Caudillismos, militarismos, golpismos, arribismos, oportunismos, conformismos, y muchos antivalores, que contrastan siempre con el espíritu emprendedor del peruano. Hemos cedido importantes porciones de territorio por impericia política y falta de liderazgo visionario, pero también hemos terminado con la esclavitud de los afroperuanos. Hemos tenido enormes riquezas en el guano y el caucho, pero no previmos que eran no renovables, hemos sufrido una derrota dolorosa en la guerra del pacifico, pero aprendimos a ganar guerras y lo logramos el 41, en Zarumilla, y también en la dramática guerra contra el terrorismo. Cada vez somos más conscientes del valor de la heredad y así paso a paso hemos conquistando espacios y subido escalones hasta situar a nuestro Perú entre los países de mejores expectativas de futuro. Tenemos un gran futuro pero hay que saber hacerlo realidad.

No hay patria más bella que la nuestra. Es que siendo hermosa es además nuestra. Cuando decimos nuestra, es que lo sentimos y el sentimiento resulta forjado por la herencia y por el convencimiento. Nuestros padres nos enseñaron a querer al Perú y empezamos a quererlo aun antes de tener uso de razón. Conforme pasan los años, nos vamos convenciendo que efectivamente nuestra patria es única… como el pisco. Es única como la cordillera, o única como el amazonas. Nuestra patria es única porque no hay dos Macchupichus en el mundo y si tenemos un Macchupichu es porque hubo una cultura tan fuerte como la roca misma. Somos al final un crisol de culturas de donde nace una extraordinaria fortaleza, la de la diversidad cultural.

Somos un país vertical, con cordilleras extraordinarias que se elevan hasta las nubes y con fondos marinos que generan los afloramientos de corrientes marinas más ricos que nos convierten en uno de los países de mayores reservas pesqueras y ello es cierto. Una gran minería que nos brinda la oportunidad de mirar el futuro de los más pobres con optimismo. y una selva exuberante llena de posibilidades para cuando decidamos marchar al este. Es que somos solo 30 millones de peruanos sobre un territorio riquísimo. Tenemos todo para ser una gran potencia. Decía Cáceres “el Perú va a ser grande cuando virilmente decida serlo” que supone tomar decisiones meditadas y sin temores. O según Basadre “cuando el estado deje de ser empírico y desaparezca el abismo social” que supone reformar el estado y definirlo en función a minimizar las diferencias sociales.

Modestamente creo que vamos a ser grandes: cuando el liderazgo político que es el que señala el camino a seguir, pueda ser visionario. Los líderes deben mirar más lejos que todos los seguidores. Nuestra historia nos presenta pocos líderes visionarios si acaso los hubo. Miremos lejos que en ese camino encontraremos al Perú que todos anhelamos.

Mientras tanto damas y caballeros disfrutemos de nuestro presente en un aniversario más de la proclamación de la independencia, pero brindemos también por la memoria de quienes lo dieron todo para darnos la independencia y hacernos libres. Somos libres, seámoslo siempre.

¡Viva el Perú!


10 de mayo de 2012

De Fusiles e Intereses


Respeto al ex ministro Rey y justamente por ello lamento su artículo y declaraciones en la TV respecto a un oficial del Ejército por quien aboga y pide se anule una sanción. Elegir para ello el aniversario de la operación “CHAVIN DE HUANTAR” fue penoso. Es como pedir liberación de sentenciados por su sola versión y no las conclusiones de la justicia.
Los antecedentes se remontan a la licitación para adquirir fusiles para el Ejército. El ministro de entonces recibió un video que me mostró y parecía muy grave. Dispuse parar el proceso de inmediato cosa que luego él felicitó, pues según el tal video, algo pintaba muy mal.
La investigación administrativa por la Inspectoría General del Ejército precisó sin embargo, que el  video era uno, infamemente manipulado. El mismo fue difundido en la TV donde, invitado el ministro, criticó públicamente a los responsables del proceso y quedó bien como abanderado de honradez. Nada que decir, pues nadie sabía del engaño. En realidad el video era una vergüenza.
Me sumé al equipo del Inspector y asistí a la exposición de resultados. Era legal y quise ser testigo de un tema, en virtud del cual se armó un “escandalete” en la prensa. Propio de pugnas de vendedores de armas por comerciar a cualquier costo. Lamentablemente sin investigación previa, avalada por la presencia del ministro en la TV.
El inspector fue categórico en la demostración de pruebas. Al final el ministro felicitó al inspector por su prolijidad. Se probó la burda manipulación de imágenes y la trasgresión de normas internas. Con la verdad, esperábamos que el ministro aclare ante la prensa la burda manipulación y sus declaraciones pues detrás del proceso habían modestos técnicos y oficiales, cuya dignidad fue cuestionada públicamente sin derecho pues los protocolos de entonces, con sus limitaciones, se aplicaron a todos por igual. No lo hizo.
No voy a referir episodios de detalle, pero se insinuó que se trate bien a los dos mayores cuya trayectoria en un caso más que en otro no dicen mucho a favor. Se les trató bien, con la ley en la mano pues las normas nos igualan por sobre todo. La inspectoría actuó según normas lo que avalé. Si alguno sancionado fue protagonista de una gloriosa operación, ello no le otorga patente de corso para hacer la del “gran capitán” y no someterse a las normas.
Espero que el ejército continúe el juicio contra los manipuladores y en especial contra quien amenazó a los miembros del comité, diciéndose amigo del ministro. Si hubo irregularidades, es un deber sancionar como lo es asumir responsabilidades. Anular sanciones sería grave.
El corolario de toda esta historieta oscura es que los fusiles hasta la fecha no se adquieren. Pero los líos siguen. Ergo, los mismos intereses pugnan y nos lo recuerdan las mismas imágenes manipuladas. Entonces, seguiremos defendiendo la verdad en cada momento.

4 de mayo de 2012

Los niños en la estrategia del terrorismo


No caben dudas que los terroristas siguen un proyecto sostenido adaptándose y utilizando las libertades que brinda la democracia para lavarse la cara y  continuar sus andanzas. No hay escarmiento ni contrición.  Por el contrario, hay una mayor dosis de descaro y un consecuente envalentonamiento frente a la sociedad peruana, sus autoridades y el estado de derecho. La intentona del llamado Movadef, las peripecias del “emerretista” Wilfredo Saavedra en Cajamarca, o el reciente secuestro en Kepashiato, son perlas que grafican lo anterior.

Pero hay muchas más. De todas, la más delicada es la tenebrosa estrategia terrorista orientada a la captación ideológica de niños, que sin límites van desde el secuestro y adoctrinamiento en las selvas del VRAE, hasta la soterrada y no menos infame campaña en las aulas de colegios con profesores ex reos terroristas y ediciones de libros mentirosos de pura apología al terrorismo.

“No hay terrorismo”, claman algunos expertos. No se sabe si lo hacen por ingenuidad o por un modelo mental que no les permite percibir la metamorfosis  terrorista desde aquel de las décadas finales del siglo pasado y este neoterrorismo que combina acciones militares en el VRAE en contubernio con el narcotráfico, con acciones legalistas, políticas, sociales y sicosociales en el marco democrático del cual se sirven y al cual siempre buscarán petardear. O quizá lo digan por simple conveniencia de fines maliciosos que no están a la vista.

Sirven de muy poco  las propuestas de la Convención sobre los Derechos del Niño, o los Objetivos del Milenio en relación a los niños si al final caerán en las garras tóxicas de organizaciones que se sirven de su fragilidad y vulnerabilidad para inocularles el veneno de la lucha de clases o cualquier otra forma de violencia como parte de su formación o deformación. Las metas y propósitos del Plan Bicentenario de erradicación de la desnutrición, el analfabetismo y la mortalidad infantil, pueden ser literalmente pueriles si estos niños sucumben mentalmente a la ideología de la violencia y la muerte que proponen las organizaciones terroristas inefables.

Tan brutal como arrasar Lucanamarca o Soras, es atropellar la mente de los niños en una muy bien montada estrategia que se expresa en ingresar y mantener profesores ex sentenciados por terrorismo en el magisterio ante la lenidad del Ministerio de Educación; lo que significaría que hay niveles de complicidad en algún rincón, con terroristas o prototerroristas agazapados favoreciendo acciones en provecho de sus mentores. De igual gravedad, es la edición y publicación de textos escolares donde las organizaciones terroristas son poco menos que benefactores de los pobres. Las excusas de una editorial suenan a llanto por pérdidas económicas y muy lejos de un compromiso por la niñez y juventud. El perjuicio está hecho.

La osadía es grande y no empezó el presente año. A la par, no hay forma de neutralizar totalmente los libelos difundidos desde hace mucho tiempo, pues habrán sido multiplicados utilizando seguramente las propias fotocopiadoras del magisterio o los medios electrónicos del FITEL pues se aprovechan de nuestra indolencia. Las excusas simples no deberían ser aceptadas por el Perú es decir, por el gobierno que nos representa. Deberían exigirse desagravios y compensaciones como también acciones de control de daños por cuenta del Ministerio de Educación que incluya el cese de los “maestros terroristas” y la detección de los tontos útiles embozados.

Además, se debe adaptar la legislación contra estas nuevas formas de sembrar terrorismo. El terrorismo está trabajando a largo plazo y en esta dimensión nuestras capacidades como estado siempre fueron limitadas. La legislación contra terrorista que fue prácticamente demolida en lugar de ser perfeccionada, hoy debe adaptarse a las nuevas jugadas que se plantean con procedimientos diferentes pero con la misma finalidad.  No nos equivoquemos, el terrorismo continúa con diferente máscara. Que tampoco nos engañen.

Los niños con su inocencia para jugar y aprender absorbiendo conocimientos, son el futuro del Perú, merecen por ello los mejores esfuerzos de la política. No bastan solo los programas sociales que siendo buenos son insuficientes. Karl Menninger un sicoanalista, planteó: “lo que se les dé a los niños, los niños le darán a la sociedad”. Niños adoctrinados en violencia, harán del Perú del futuro uno más violento. Frenemos esta pérfida estrategia neoterrorista en todos sus niveles.

Chalecos desviadores de atención


¿Cómo se puede explicar que chalecos que cuestan 800 dólares en promedio en el mercado, puedan costar ensamblados en el Perú, 357.00 dólares en promedio y alguno grite ¡Corrupción!? Simplemente intereses de alguien que puede perder un negocio de alrededor de 5 millones de dólares, y no le importa que se puedan producir en el Perú más baratos, con transferencia de tecnología ISO 9001, con la posibilidad de cesión de patentes y con la más alta certificación en el mundo: NIJ 6. Israel que también produce este tipo de chalecos, solo tiene certificación equivalente al NIJ 5. No llega a tener el último, que si tienen los adquiridos en convenio con una empresa americana. Además de una póliza de seguro por más de 25 millones de dólares en caso fallen.

El Ejercito del Perú tiene talleres implementados por PNUD totalmente ociosos pero con capacidad para ensamblar chalecos y abaratar costos a menos de la mitad del original. Eso es lo que tiene que hacerse cuando los presupuestos son exiguos sin sacrificar la calidad. Por ello se buscó un convenio con una de las dos mejores empresas en su rubro en el mundo, con cláusulas explicitas anticorrupción.

Para quienes no conocen, mucho de chalecos, existen varios niveles de protección. El IIIA, es el estándar en el mundo militar o policial y viene con bolsillos donde se pueden colocar placas de diverso tipo y convertirse en III o eventualmente en IV. No se usan placas de acero como alguno sugiere. El empleo de chalecos es una decisión táctica.

Los chalecos III y IV pesan alrededor de 12 kilos por lo tanto no son recomendables para patrullas que deben ser altamente móviles, pues las tropas pierden capacidad de desplazamiento, que en la selva alta o cordillera es vital. Sí, se emplean, para tareas que no son dinámicas: centinelas, desplazamientos vehiculares, hombre en punta (que es rotativo), etc, que al final son las menos en el VRAE. Por ello la adquisición comprendía mil chalecos estándar y cien con placas. Totalmente razonable.

Los chalecos IIIA, resisten munición 9 mm parabellum (de guerra), es decir de pistolas, de metralleta uzi, mini y micro uzi, P5, esquirlas, escopetas, y hasta magnum 44, explosiones, etc., que tienen las fuerzas armadas, policiales y robadas, las tienen también los delincuentes terroristas.

En los últimos 25 años, nunca se compraron chalecos para los combatientes en zonas de emergencia, excepto para las fuerzas especiales y en muy pequeña cantidad. Es la primera vez que se intenta equiparlos mejor ante un pedido del comandante general del VRAE. Lo que si queda claro es que se debe apostar por la continuidad de los procesos y no frenarlos como hace siempre la burocracia.

Dos periodistas, de dos diarios diferentes y en el mismo día, publicaron inexactitudes lindantes con el ridículo. Usando las mismas palabras. ¿Alguien dicta que deben decir ciertos periodistas? Deberían aclarar cuáles son sus intereses o a quienes representan. Pero, no deben mentir pues flaco favor le hacen a la prensa y su labor informativa. La verdad siempre prevalece. Aquellos que gritan corrupción sin pruebas deberían ser más responsables consigo mismos y con la sociedad a quien informan. No todo está perdido.

22 de marzo de 2012

Consolidación y Oportunidades en el Huallaga


Tras la captura de Abimael Guzmán, se adoptaron dos acciones de consolidación que buscaron aprovechar el éxito: la ley de arrepentimiento y el programa de apoyo al repoblamiento (PAR). La primera brindaba oportunidades a quienes, vinculados al terrorismo no eran cabecillas o estaban involucrados en hechos sangrientos, lo que permitió el desbande de algunas estructuras terroristas. El PAR buscaba retornar algunos de los cientos de miles de migrantes que abandonaron todo para refugiarse en las ciudades. Ambas tuvieron relativo impacto por falta de continuidad y seguimiento de procesos.

Con las capturas de Polay y “Feliciano”, creímos haber derrotado al terrorismo, cuando solo eran éxitos importantes, pero iniciales. Terminamos cediendo la iniciativa y los espacios que capitalizaron los terroristas para ligarse con el narcotráfico y no pudimos cerrar este capítulo oscuro de nuestra historia. Fallamos en la consolidación.

Consolidación es un término muy usado en el léxico militar y se refiere a tareas de afianzamiento luego de la conquista de objetivos iniciales, para constituirlos en puntos de apoyo y aprovechar el éxito a la par de negarle la posibilidad de recuperación del adversario. Cantar victoria prematuramente, es ceder la iniciativa y nada responsable.

Un grave error fue descuidar la parte legal y menospreciar la estrategia terrorista de rescatar presos de las cárceles y reestructurar sus cuadros, denunciar al estado en fueros internacionales, ocultar otros muchos como asilados políticos, flexibilizar las condiciones carcelarias y hasta permisos judiciales de viaje al extranjero, etc. Todo un carnaval. Simultáneamente había que golpear cual villanos a quienes pusieron el pecho por salvar lo que quedaba de democracia entonces.

Si lo anterior fue grave, no lo es menos haberse olvidado de saldar cuentas con la población que había sido duramente afectada por la acción del terrorismo. Terrorismo, que pregonaban “destruir para construir”, es decir acabar con el estado vigente para construir el de la “nueva democracia”, que en el colmo del achaque ideológico visaba un millón de muertos en el camino. El terrorismo avanzó en “destruir el estado”. Volaron en pedazos puentes, torres de alta tensión, comisarías, escuelas, tramos de ferrocarriles, postas médicas, cooperativas agropecuarias, bancos, municipalidades, canales de televisión, asesinaron a dirigentes comunales de lejanos parajes, alcaldes, a jueces y fiscales, militares, policías, funcionarios, ministros, ronderos, etc., minando la moral nacional, pues devastaron más que cualquier guerra y por poco la esperanza de millones de peruanos.

La teoría general frente a estos fenómenos, sugiere tres etapas: prevención, intervención y reconstrucción. Sobre la intervención se ha escrito bastante y también somos conscientes de nuestro sentido de anticipación. Poco hemos dicho sin embargo sobre la crucial reconstrucción que solo el estado puede hacerlo.

La moral colectiva de la nación asentada en las ciudades se vio reconfortada con las capturas o el arrepentimiento de algunos. Nadie reparó el trauma sicológico de cientos sino miles de poblados rurales donde la reconstrucción moral, sola, viene encontrando sus cauces y la escasa reconstrucción material se priorizó en los centros poblados más densos. ¿Qué paso con los poblados alejados?

Lucanamarca, Uchurajay, Soras, Chiquintirca, Husnay, Chungui, el heroico Pichihuillca, y cientos de poblados, siguen igual. Es cierto que con el cambio de la situación económica se ha avanzado algo en llevar luz, agua y quizá leves mejoras en salud. Pero ese esfuerzo no fue lo intenso ni focalizado en los lugares donde se debió reconstruir.

Hoy, la gran oportunidad la tenemos en el Huallaga. Capturado (a) “Artemio”, el éxito debe ser utilizado por el estado para que realmente gane el Perú y no lo celebren el "cartel de Sinaloa" o los cabecillas del Vrae. Hay que consolidar el éxito obtenido, fruto de un largo esfuerzo y reconstruir las relaciones del estado con la población del Huallaga en términos de salud, educación, vías de comunicación y alternativas a la pobreza. Resulta increíble que desde la capital del departamento de Huánuco por ejemplo, no se pueda llegar a Huacaybamba o Huacrachuco y se deba viajar a Lima y luego a Trujillo para hacerlo por Pataz. O que el Valle del Monzón siga en manos bandas narcotraficantes. Replicar en todo el valle el llamado "milagro de San Martín", el éxito con la palma aceitera de Palma del Espino o el de la Cooperativa de Naranjillo, verdaderas proezas cada uno en su modalidad y que trascendieron al terrorismo y aun al narcotráfico. Si perdemos la oportunidad, algunos años más tarde estaremos nuevamente lamentándolo.

16 de marzo de 2012

El complicado ajedrez geopolítico en Asia


Asia es el continente más grande y poblado del orbe. Cuatro mil millones de personas alcanzan el 60% de la población mundial. Es fuente de las mayores reservas petroleras y cuatro de los cinco mayores productores mundiales son asiáticos. Su extraordinario crecimiento económico no está exento de apuros en una región donde la presencia extranjera desde Marco Polo para bien o para mal, es una constante.

China es segunda y Japón la tercera economía del mundo pero además Rusia, India y China, son tres de las cinco economías emergentes conocidas como BRICS. En Asia están también: Irán, Israel, Líbano, Siria, Irak, Afganistán, Corea del Norte, entre otros, países grandes y pequeños y fuente de inestabilidad frecuente.

En ajedrez, un gambito permite ceder piezas para ganar una mejor posición. En este ajedrez geopolítico reciente sobre tableros asiáticos el primer gambito lo realiza EEUU cuando su presidente enfatiza que es una potencia del Pacífico, en clara alusión que su liderazgo por casi cien años en el Atlántico Norte y con una Europa en recesión, pasaría a una segunda prioridad para posicionarse mejor frente a actores del Pacífico.

En jugadas anticipadas, EEUU firmó tratados de defensa mutua con Japón, Corea del Sur, Filipinas, Taiwán, entre otros. Tiene base propia en Hawái y una muy grande en Corea del Sur. El año 2008 vendió armas a Taiwán por 6,500 millones de dólares que irritó a China para quien Taiwán es la “isla rebelde” a recuperar y parte irrenunciable de su territorio. ¿Es Taiwán un alfil frente al rey?

El 31 de diciembre último, EEUU promovió sanciones contra la República Islámica de Irán, cuarto productor de petróleo en el mundo, con programa nuclear propio y promotor en Oriente Medio de Hezbollah contra Israel. La respuesta no fue perezosa y el primer día del año Irán probó misiles en belicosa respuesta en pleno Golfo Pérsico (Estrecho de Ormuz), escenario de dos guerras en 20 años. Cualquier contingencia con Irán tendría otros actores espontáneos, Israel uno de ellos.

De otro lado el reenfoque ruso en Asia responde a una sumatoria de hechos recientes y lejanos, algunos más visibles que otros. Rusia que se acercó a Europa y la OTAN sin muchos resultados, replanteó su juego y logró alianzas económicas con China y otros países del área. Acercamiento que durante la guerra fría EEUU buscó y logro neutralizar. Una alianza Chino-Ruso no es moneda corriente pues además de crecientes economías, son potencias nucleares con capacidades estratégicas (satelitales, submarinos, portaviones, etc.) aptas para jugar roles en todo el globo. El eje Moscú - Pekín está cada vez más sólido.

Ambos vienen desarrollando jugadas importantes. Un oleoducto desde la Siberia los une desde el 2011 y tienen el difícil reto de llevarlo por territorio de Corea del Norte comunista, hasta la prospera y sorprendente Corea del Sur. Por cierto China y Rusia cooperan con la antípoda Corea del Norte nuclear que padece hambre, y serán los primeros en decir su palabra en cualquier contingencia coreana norte-sur. Una vez más el ajedrez geopolítico ubicaría a EEUU y Rusia frente al tablero, esta vez sobre el Pacifico y China muy cercano al segundo no será mero espectador.

China por su parte desarrolla un intenso esfuerzo de integración comercial con India. Carreteras y ferrocarriles a través de Myanmar (ex Birmania) acercan a los dos países más poblados del mundo. India no es un socio fácilmente reclutable y eso también lo sabe EEUU, pero su peso específico en la región y en el mundo no es desdeñable.

En el marco de la OTAN, EEUU cuenta con aliados confiables con capacidad nuclear: Francia y Gran Bretaña. El tablero asiático es más complejo pues hay al menos cinco países con capacidad nuclear y por tanto tienen “agenda propia” o la presumen: Rusia China, India, Pakistán y Corea del Norte, con Israel como incógnita e Irán buscando entrar a esta élite. El ajedrez habrá de ser fino y los caballos no podrán ser empleados como martillos, en un ajedrez geopolítico bastante energético.

Cuando un evento es lejano muchas veces las percepciones pueden ser hasta indiferentes. Pero en un mundo tan interactivo, cuanto suceda al otro lado de la tierra nos incumbe. Especialmente si China es hoy nuestro primer socio comercial o si el presidente de Irán y líder de un régimen fundamentalista se pasea por el vecindario latinoamericano. Es imperativo estar atentos al ajedrez geopolítico mundial.

1 de marzo de 2012

Tropas Especialistas para el Ejército


Los ejércitos según su composición de tropas, pueden ser de conscriptos o profesionales. El Ejército del Perú (EP) es uno de conscriptos pues alrededor del 70% de su componente humano, son soldados del servicio militar, que luego de dos años retornan a la vida civil en un proceso llamado licenciamiento. Justo, cuando han alcanzado un alto nivel en su formación militar.

El EP nació con el servicio militar obligatorio. En la práctica, siempre ha sido una institución de muy alta rotación de personal por el vaivén de captación, formación y licenciamiento. Este modelo que fue común a muchos ejércitos del mundo, ha sido corregido por muchos de ellos, pues no se puede continuar con un esquema disfuncional a la realidad de las amenazas que evolucionan al ritmo del cambio de la sociedad o quizá mas rápidamente.

La conscripción total, hoy resulta obsoleta por múltiples razones: la escaza capacidad de aprestamiento, esa cualidad de estar siempre listos, los costos de captación de reclutas en rincones alejados del país, el circulo vicioso de invertir recursos humanos y materiales para perderlos irremediablemente, la incapacidad de aprovechar la experiencia o que algunos licenciados terminen en bandas criminales, etc. El ejército de conscriptos fue solución en su momento y le debemos mucho a héroes conscriptos como el sargento Fernando Lores Tenazoa, el cabo Victor Pantoja, el soldado Reynaldo Bartra; y muchísimos otros, en el combate al terrorismo.

Son graves sin embargo, los niveles de ineficacia operativa en periodos de enlace entre licenciamiento y captación de nuevas contingentes. Los niveles operativos descienden, para reconstruirse escalonadamente y perderlos de nuevo en un quehacer insensato, donde el esfuerzo formador se esfuma, sin más.

Al cesar el servicio militar obligatorio, se inició el fin del modelo que hoy tambalea por una concurrencia de factores, desde el crecimiento económico con mejores oportunidades laborales, hasta la percepción de servir y arriesgar sin reconocimiento, ser enjuiciados o recibir una propina que habiéndose incrementado sucesivamente, es precaria, etc. Solo jóvenes que buscan alternativas de movilidad horizontal o vertical ven al ejército como opción. Bien para ellos. Pero muy malo para los fines de una fuerza con tareas sensibles de defensa nacional.

De otro lado, el avance tecnológico y las nuevas herramientas, demandan personas con mayor preparación y permanencia en filas de manera que la inducción y el entrenamiento tengan sentido y se pueda lograr lo mejor de cada uno y de cada equipo.

El 2009, se presentó un proyecto de tropas especialistas y fue aprobado en el Consejo de Seguridad Nacional, luego como proyecto del ejecutivo aprobado por la Comisión de Defensa. El pleno del congreso lo aprobó por unanimidad y el presidente promulgó la ley 29417 que establecía 30 días para su reglamentación. Parecía que la urgencia se había entendido.

El nuevo esquema visa un 50% de tropas especialistas que brinden continuidad y permanencia, permita recuperar la indispensable capacidad de apresto, aprovechar la experiencia por no menos de quince años, otorgarle derechos laborales, brindarles un plan de carrera, permitir que los más competentes puedan acceder a ser suboficiales y continuar su proyecto de vida, etc.

Para variar, la reglamentación fue rechazada por el MEF a pesar que el EP tenía presupuestos para aquel y el siguiente año, pues este esquema privilegiaba la calidad de tropas sobre la cantidad de las mismas y se podían optimizar presupuestos reduciendo algún porcentaje de conscriptos y con ello también reducir el problema de captación de reclutas. Todo ello sigue congelado.

Por un lado, la vergonzosa e irresponsable aversión de algunos funcionarios del MEF a temas de defensa, pero también la falta de continuidad de procesos y perseverancia en el sector defensa y ejercito donde cada jefe quiere imprimir su sello a su estilo y medidas.

Que el brusco despertar de Kiteni, Kepashiato y alrededores, no solo sirva para despedir ministros. Ojalá que de los síntomas, pasemos a las soluciones de fondo.

17 de febrero de 2012

Continuidad y continuismo en la gestión - La República


Continuidad y continuismo  se refieren a procesos y su diferencia no es menuda. La continuidad se refiere a la “unión entre sí de las partes de un todo continuo”. Es equivalente a estabilidad y regularidad y por tanto deseable en una gestión. Continuismo de otra parte, se refiere al conservadurismo o al “estado de cosas que se prolonga indefinidamente sin indicios de cambio o renovación”. Si el cambio y renovación son deseables y hasta imperativos en estos tiempos, su connotación es negativa.

El sector Defensa en los doce últimos años puede darnos luces respecto a continuidad y continuismo: desde el año 2000 el Ejecutivo ha tenido 12 ministros de Defensa en un sector responsable de instituciones permanentes y vitales en el Estado. Cada nuevo ministro, como es usual, instala sus “personas de confianza” y como parte de un ritual escabroso los nuevos funcionarios buscan  imprimir su sello distintivo y casi todo lo precedente se paraliza o se desestima para aplicar “nuevas políticas de gestión”. Así, la continuidad es pulverizada y el continuismo reforzado, pues no es posible el cambio sin asegurar estabilidad en los procesos.

Además, cada ministro puede proponer o, por orden presidencial, realizar cambios en los comandos de los institutos armados. Por ello en este mismo periodo hemos tenido 12 comandantes generales del Ejército y 10 Jefes del Comando Conjunto. Con cifras similares, pero en el mismo nivel de paranoia, se rotaron mandos en la Marina y la FAP. ¿Qué organización puede ser eficaz en este marco de rotación de personas? ¿Puede alguien pensar que un gerente de una empresa puede ser removido cada diez o doce meses en promedio? Es, sencillamente, imposible.

Si cuatro gobiernos del presente siglo preservan moldes del pasado, significa que el problema es parte dinámica de una cultura política. Quienes toman decisiones perciben la alta rotación de personas como un ejercicio normal sin valorar sus consecuencias. Podría argumentarse que las instituciones son independientes de las personas y funcionan sin importar quién. Es deseable, pero sin duda un extremo. El liderazgo es muy importante en un país donde 12 personas posiblemente tengan 12 estilos y visiones diferentes de gestión.
Es conocido que los partidos políticos no marchan con la época y viven una crisis permanente, cuando deben ser la columna vertebral del sistema democrático.  Viven desfasados respecto de los roles que les compete en una sociedad que cambió y sigue cambiando. La ausencia de cuadros técnicos partidarios, obliga a los gobiernos a buscarlos entre independientes o acudir a canteras ajenas y armar un rompecabezas que se inicia con un síndrome de crisis ministerial en el bolsillo. “Todas las sangres” o “amplia base”, son eufemismos para explicarlos y de ello somos testigos frecuentes.  

 El anterior gobierno mantuvo un solo ministro de RREE en toda su gestión y los peruanos saludamos la labor de la cancillería en ese lapso. En Inglaterra un canciller puede permanecer más de diez años y hasta un entrenador de fútbol, Sir Alex Ferguson, tiene más de veinte en el cargo y con ello muchos lauros. Son cosas mayores. Personas idóneas dándole continuidad a los procesos.

Los organismos autónomos que no dependen de algún poder del Estado son en su mayoría un buen ejemplo del impacto positivo de la continuidad en términos de innovación, empleo intensivo de la tecnología, mejora continua, liderazgo entre sus pares de la región y también en la credibilidad y aceptación de la población. Es que sus líderes no son rotados abruptamente sino en plazos suficientes como predictibles.

Con escasas excepciones, otros sectores del Ejecutivo funcionan del mismo modo, inclusive tuvimos un ministro que duró apenas 24 horas o 14 ministros en Interior e incontables directores de Policía. En instituciones con fines de lucro las consecuencias de la elevada rotación son fácilmente cuantificables y pueden terminar en pérdidas. En el sector público la alta rotación de personas genera costos de oportunidad expresados en la precarización de los servicios a una sociedad o en el continuismo de prácticas obsoletas y con ello, por ejemplo, la imposibilidad de modernización del Estado.

El continuismo es expresión de estancamiento y retroceso. Se consolida cuando no sabemos asegurar la continuidad de procesos. Suena paradójico, pero para cambiar como Estado, no podemos cambiar personas en ocasiones con precipitación. Es indispensable además compartir una visión, con los matices del caso pero en una misma dirección. Y, si es impostergable el cambio de personas, que ello no implique trillar lo hecho pues la mezquindad e incompetencia, refuerzan el continuismo.