“Los problemas de hoy, son las soluciones de ayer” dice una de las leyes de la Quinta Disciplina. La Quinta Disciplina alude a la visión sistémica en la administración, la gestión pública, la seguridad y en todo quehacer humano donde la acción precipitada nos lleva a ver el árbol y no el bosque donde se encuentran las raíces del problema y donde los puntos de apalancamiento que lleven a una solución y no a un “desplazamiento de la carga” o traslado del problema hacia otro lugar.
“La conducta mejora antes de empeorar” dice otra de estas leyes y claro, si focalizamos el combate al crimen sin la certeza que la Fiscalía, el Poder Judicial y el INPE actuarân como un sistema, de poco sirve el esfuerzo pues aparecerá la consabida “puerta giratoria” donde la policía captura, el fiscal denuncia y algún juez libera para que el policía empiece otro costoso proceso de captura, arriesgando sus vidas. Esa forma de combatir el crimen no sirve, pues del alivio temporal pasaremos al agravamiento posterior con mayores costos materiales y fundamentalmente vidas y es imposible continuar así.
Para entender el nivel de la policìa de hoy miremos las tres décadas pasadas donde no se tomaron decisiones respecto a la optimizaciones de la fuerza policial para amenazas emergentes y mutantes, no hubo planes de equipamiento ni entrenamiento, planes estratégicos de personal, ni presupuestos para optimizar una policía desgastada por años tras años de combate al terrorismo. Hoy, con remarcables excepciones, la acción policial frente al crimen es reactiva para constatar hechos consumados y perseguir al crimen cuando lo ideal es estar delante del crimen.
El solo incremento de presupuestos de un año a otro no es suficiente para cambiar una policía golpeada por la desidia política durante décadas. Encontremos algunos puntos de apalancamiento indispensables para optimizar los servicios policiales. Aquí algunos relativos a la seguridad integral:
Integración sistémica de todos los subsistemas (Fiscalia, PJ, INPE y otros) en un solo objetivo: la seguridad de la persona como derecho.
Integrar elementos paramilitares y parapoliciales en subsistemas en el mismo sentido (Serenazgos, Seguridad Privada, Bomberos, Rondas Campesinas, Rondas Urbanas y otros).
Potenciar una fuerza de elite policial sobre la base de direcciones que han demostrado eficiencia y eficacia y compromiso con la sociedad (Dircote, Dinoes, recientemente la Diviac y otras) como base de una nueva policía, mejor remunerada y seleccionada.
Elevar estándares y captar profesionales que, bien capacitados, se conviertan en policías más competitivos.
Crear cuerpos móviles que alcancen las áreas rurales donde la vida vale poco.
La transformación policial puede demorar una década y será peor cuanto más tarde la iniciemos mientras el crimen sigue evolucionando.