La independencia del Perú fue resultado de un largo proceso que empezó con el grito de libertad de Francisco Antonio de Zela en Tacna el 20 de junio de 1811. Cuando Túpac Amaru II se rebeló en Tinta en 1780 ante los abusos coloniales, Zela tenía 12 años. Su gesta y horrible muerte, la de su esposa Micaela Bastidas y sus hijos, pudo haber moldeado su convencimiento de que el Perú debía ser independiente.