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8 de abril de 2020

Las falencias que agravan la situación pandémica en Áncash


No solamente el precario equipamiento y la mal distribuida red hospitalaria nacional hace más difícil el combate al Covid-19, sino la falta de liderazgo de las autoridades descentralizadas que no ponen el énfasis en lo importante y urgente y siguen privilegiando, además, el amiguismo en los puestos cruciales de la gestión.

Una cualidad de un buen líder es rodearse de gente de primera, especialistas, expertos, que sumen a lo que ya sabe y generen efecto multiplicador que permita que la población confié en la gestión y vea aliviada su situación. Frente a ello, es común la devolución de favores para contratar personas que luego no saben qué hacer ante contingencias. Cambalache político.

El caso Áncash es paradigmático. Áncash es de lejos la región con mayores problemas de corrupción en las últimas décadas y cantidad de funcionarios en cárcel, prófugos o perseguidos. Fue decepcionante oír al director regional de Salud (DIRESA) referirse a esta pandemia como “una simple gripe” contrastando cifras de muertes por otras causas. Esa visión y actitud se ha trasladado a la situación de incertidumbre actual.

Como correlato, en Huaraz ya existen casos de Covid-19 y aún no se ha definido el lugar de aislamiento, situación agravante pues Huaraz no tiene hospitales alternos al “Ramos Guardia”, elevando con ello la probabilidad de contagio masivo. En costa y sierra faltan equipos de protección personal (EPP), respiradores, el clima laboral es preocupante, el transporte de personal precario y peligroso (amontonados) y más. El director del hospital regional de Chimbote no ejercería funciones plenas sino que estaría condicionado a subalternos con mayor poder de decisión. Más grave sería que la contratación de personal en crisis de pandemia incluya abogados, oncólogos y otros profesionales respetables pero no para la emergencia.

La corrupción en circunstancias de pandemia es infamante. Si esta ataca a todos y acaba con los más vulnerables, la corrupción hace pobres materiales a todos y pobres del alma a unos cuantos canallas. Lucrar en estas circunstancias merece la pena máxima, la que ofrecí en campaña: prisión perpetua y muerte civil para los cabecillas que hacen de un país rico, una nación pobre. Pasada la urgencia de las AFP, ese proyecto de ley será presentado sin demoras para atacar a los “Blancos de Alto Valor” (BAV). Expresión utilizada en el argot militar para indicar dónde poner el centro de gravedad. La guerra contra la corrupción no la ganaremos si seguimos cazando moscas, mientras los elefantes se pasean impunes. La corrupción no se administra, se erradica.

He pedido la intervención de la Contraloría General de la República y espero se dé pronto. La población tiene demasiadas inquietudes y quejas. Representar es oír el clamor popular.