La caída de la dictadura Libia, sumada a la de Egipto y Túnez, demuestra que controles y prohibiciones impuestos por regímenes totalitarios van a contrapelo de las libertades impulsadas por la tecnología de la información y las comunicaciones. Por igual, que las dictaduras subsistentes en el mundo, pondrán las barbas en remojo ante la abrumadora evidencia que la libertad se reconquista tarde o temprano, que censuras aun implacables ceden. En estos casos, ante la interacción masiva y consiguiente movilización de voluntades, pues internet y las redes sociales aplanan y cambian la noción de censuras y fronteras haciendo que solidaridad, libre determinación, cooperación y otros derechos contemporáneos adquieran perfil y contexto globales.
Una cadena de hechos, rompieron la larga resignación...