El Proyecto Especial Chinecas (Chimbote, Nepeña, Casma) que contempla el uso racional de las aguas del río Santa en estos tres valles, tiene más de 70 años desde su concepción inicial y más de 35 de frustraciones desde que se marcó su inicio en los 80 del siglo pasado.
Hoy ya no es el mismo. Grandes áreas fueron invadidas en una expansión poblacional natural y muchas veces estimulada por las propias autoridades que hicieron del proyecto una mezcla de ilusiones y pesadillas.
Chinecas ha sido una maquinaria de pérdida de oportunidades para los ancashinos que hoy deben contemplar como el vecino Chavimochic termina una tercera etapa mientras del lado ancashino ni siquiera promediamos la primera.
35 años no es nada, podríamos decir parodiando la canción mientras miramos la pampas chimbotanas y casmeñas sedientas que bien podrían ser hoy el gran emporio agroindustrial que genere decenas de miles de oportunidades a los jóvenes e ingresos a los agricultores.
Debemos seguir luchando y Chinecas tiene que ir. Un ingeniero de la Autoridad Nacional del Agua referia que recién el 2018, funcionarios “chinecanos” se acercaron a pedir asesoramiento técnico. ¿Dónde estuvieron los 35 años previos? Alguien diría “como te salgo al frente si no te veo venir”, pero también desde la capital poco se hizo para enderezar un proyecto que muestra túneles y canales abandonados o a medio construir en señal del abandono extremo al que llegamos.
Hoy ha sido declarado obra emblemática del bicentenario y por lo tanto tiene la gran oportunidad de salir de la oscuridad y hallar posibilidades. En el horizonte, no solo debe buscarse la reconversión agrícola, sino ir diseñando Chinecas II. Tierras y aguas tenemos, cuestión de alinear aspiraciones y necesidades con buenas decisiones.
¡Mientras Chavimochic avanza, Chinecas descansa! Me decía un agricultor que por 35 años ha esperado por este proyecto. Quizá estemos cerca y encontremos en los agricultores junto con la tecnología, los aliados ideales para dar el gran paso que nunca se dio.
El directorio debe redoblar esfuerzos hoy más que nunca, sin dejar de mirar el largo plazo. Chinecas tiene que ir y proyectarse con represas complementarias que puedan llegar hasta las pampas de Huarmey. No podemos contentarnos con Chinecas, vayamos por “Chinecas II”.
Sí podemos y digámoslo con la convicción de la gran región que somos.