Bienvenido al relanzamiento blog personal de Otto Guibovich Arteaga. www.ottoguibovich.com, te invitamos a leer los nuevos artículos del autor.

5 de septiembre de 2014

La Guerra de los Túneles y el Odio

Con la tecnología de la información y las comunicaciones, las guerras son vistas en tiempo real,  sensibilizando al extremo a quienes reciben imágenes de las víctimas, en especial cuando son niños. La guerra es uno de los hechos más irracionales de la humanidad y por dura que sea esta realidad, se confirma el imperativo de la máxima: Si vis pacem, parabellum, es decir si quieres la paz prepárate para la guerra.

Las acciones terroristas de Hamas, como secuestro, aniquilamiento o el vil uso de niños como escudos, son condenables y reforzadores de espirales de violencia. Este nuevo rebato en Gaza, tendrán una vez más por ganador al arcaico y persistente odio palestihbno-israelí.

Llama la atención no solo la falta de selectividad de las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) que multiplicó muertes de civiles palestinos, como también las decenas de militares caídos enfrentando a las milicias de Hamas. Los métodos de combate en esta versión moderna de David contra Goliat, confirman la ventaja táctica de la red de túneles pacientemente construidos por Hamas en una estratagema de topos que demuestran cuanto tiene la guerra de arte y ciencia.

Los éxitos tácticos de esta fuerza pequeña, osada y sin horizonte estratégico, son una reedición al revés de lo hecho por Israel frente a la Liga Árabe entre 1948 y 1973, cuando la pequeña nación frenó contundentemente a fuerzas árabes superiores. Hamas a su estilo ha hecho de la invisibilidad, un producto táctico que brinda enmascaramiento y seguridad a 30 metros bajo tierra para eludir, confundir y sorpresivamente golpear al adversario. Pero, esa iniciativa la pierden rápidamente cuando la aviónica adversaria hace lo suyo. 

Clara es la utilidad de túneles en asuntos de desarrollo, pero no es frecuente su empleo en temas de seguridad y defensa.

El Túnel de Eupalino del siglo VI AC, es el más antiguo registrado con fines de seguridad. Transportaba agua, pero fue por seguridad que Grecia la construyó. Lo más cercano y exitoso lo encontramos en Vietnam con los túneles de CU-CHI, en Ho Chi Minh (una red subterránea de más de 200 kilómetros de túneles en que los norteamericanos peleaban con fantasmas que aparecían inesperadamente y, que luego se los tragaba la tierra).

Corea del Norte ha desarrollado una red de túneles, algunos tan extensos como 43 kilómetros de longitud y a 70 metros de profundidad. Seúl la capital surcoreana se encuentra a solo 50 Km de la  Zona Desmilitarizada usada como frontera, entonces la preocupación es grande pues la aproximación cubierta hasta distancias de combate directo, sigue siendo parte fundamental de la maniobra militar.

Cuba es otro país que ha desarrollado una gigantesca red de túneles multipropósito, para proteger a sus pobladores, ocultar rutas de aproximación y abrigar fuerzas tan grandes como brigadas de blindados y artillería completos. Observar tanques y cañones bajo cerros es asombroso como extraño. Matanzas es una “ciudad segura” a lo Vietnam, es decir un lugar donde toda la población podría cubrirse bajo tierra en caso de un ataque, aunque no se sepa de dónde.

Los terroristas del Vraem, desarrollaron algunas galerías que les permitía desaparecer cuando las FFAA los perseguían, para posicionarse mejor y luego perpetrar emboscadas. Lo hicieron nuestros comandos de Chavín de Huantar, para llegar a las proximidades del grupo terrorista en posición de derrotarlos salvando la vida de los rehenes, en una maniobra subterránea inédita en el país y dio opción a una operación quirúrgica que salvó a más del 98% de los rehenes.

Volviendo a Gaza, debemos recordar que si la victoria no es estratégica, no es victoria. Así, la superioridad de las FDI permitirá que se vuelva a controlar temporalmente la situación en Gaza pero se vigorizará el odio sempiterno a partir de muertes absurdas que se convierten en pretexto perfecto para otra cadena de atentados en un círculo vicioso de acción y reacción. Israel tampoco obtendrá una victoria estratégica aun cuando su reacción es la razonable de un estado amenazado por el terrorismo.

Todo ello en un marco de debilidad del liderazgo internacional que compungido por renuentes crisis económicas, titubea ante serios problemas globales. Mientras el liderazgo de EEUU naufraga, los conflictos en Siria, Ucrania, Gaza, el recrudecimiento de la violencia en Irak, el surgimiento del Califato del IS (Estado Islámico) con el fundamentalista Califa Ibrahim, además de otros conflictos violentos en África, no encuentran un foro mundial que pueda intermediar, disuadir y promover arreglos pacíficos. La despreocupada ONU, sigue débil y frágil.

Los conflictos armados continúan y vistos en un Mapamundi, muestran la violencia cual sombra acompañando la marcha humana. Nunca nos hemos librado de ella y en algún lugar del mapa del genoma humano, estará el gen de la violencia irracional que nos hace impulsivos, arrebatados e irrespetuosos del derecho inalienable a la vida. Reaccionar por la vía más sencilla es filogenético. Aniquilar ideas adversarias o aniquilar a quien las promueve es un repudiable expediente que también se extiende a la política.

La Geopolítica del siglo XXI que parecía orientada fundamentalmente al desarrollo y la disputa por inversiones y mercados sobre los conceptos de seguridad y defensa, vuelve sobre sus pasos para referir disputas por el poder político en su dimensión geográfica. Los bombardeos y atentados desde cualquier flanco, inseguridad interna, crimen organizado transnacional, el control de la energía y espacios vitales y tantas otras acciones de violencia dan soporte a la tesis central de Clausewitz, que las guerras son la continuidad de la política por otros medios.

Más que nunca, hoy requerimos de Fuerzas Públicas entrenadas y listas pues las amenazas no desaparecen, solo evolucionan. La Fuerza Pública seguirá siendo el mejor seguro de una nación que busque persistir y crecer. Esperemos que Israel y Palestina encuentren el rumbo común que necesitan y nosotros entendemos que el crecimiento sucede mejor en un entorno de paz y seguridad que el estado debe garantizar.