Si alguien imaginó que con el colapso de la Unión de Republicas Socialistas Soviéticas (URSS), Rusia desecharía su rol protagónico mundial y que facilmente seria controlada desde occidente, seguramente se equivocó.
El imperio ruso desde el siglo XVIII, como toda potencia siempre buscó tener alcance al menos a dos mares y comprendía áreas que hoy constituyen países independientes como Ucrania, Bielorrusia, Moldavia, parte de Polonia, por cierto Crimea y otros.
Crimea rusa fue heredada por la URSS y cedida administrativamente a Ucrania desde el Kremlin por Nikita Kruschev, quien fue gobernador o secretario del partido por más de diez años en esa republica; como bálsamo por el daño causado por Stalin. La cesión fue en términos de "adminístrala tú" y no de "te la regalo y si te vas llévatela"....