Quien guía organizaciones y ejerce la autoridad de manera efectiva, busca alcanzar objetivos e ir más allá del statu quo. Para ello requiere entender dos dimensiones en su responsabilidad: una externa y otra interna. La primera ligada al cumplimiento de la misión y las tareas en un determinado contexto que expresan la razón de ser de la organización; la responsabilidad interna por otro lado es de carácter ético-moral y conexo a las personas con quienes se alcanzan los objetivos, pues son estas quienes traducen en hechos las decisiones. Es imposible lograr buenos resultados sin un frente interno apto, capaz, reconocido y convencido que tiene al frente un líder que conoce sus responsabilidades y entiende lo que es un equipo.
Resulta patético por ello leer los proyectos presentados por los Ministros de Defensa e Interior buscando liquidar la Caja de Pensiones y eliminar la pensión renovable de militares y policías pues la propuesta viene de quienes deberían velar por el bien ser y bien estar de su personal. Nada que ver con el cumplimiento de misiones sensibles, riesgo de vida, dedicación exclusiva, condiciones extremas, aislamiento y separación de familia, 24 horas x 365 días al servicio de la sociedad, fronteras, Vrae, legalidad detrás del contrato. Nada. Si apelamos a lo que el estado del arte establece en materia de responsabilidad interna, estos dos caballeros han claudicado al lado moral de su liderazgo.
Conozco a los dos ministros y que el Sr Thorne lo proponga tiene un sabor rancio, pero sabe Dios que factores exógenos lo han presionado para presentar una opción nunca considerada en el sector. Sí es muy grave que alguien que ha vivido más de 35 años como policía y hoy es Ministro del Interior, el general Hidalgo se haya prestado para tamaña majadería. Pues eso es. Lo hecho solo se entiende cuando hay desprecio por esa responsabilidad interna de todo jefe. Aquella que lleva a las personas a consolidarse y unirse en un solo equipo, aquella responsabilidad que hace crecer a los trabajadores y con ello su misión, aquella ligada al reconocimiento del sacrificio diario e ininterrumpido. Aquella que logra que las personas se aglutinen detrás del líder. Nada de ello. Decir que no hay solución es una falacia.
Las soluciones son posibles cuando la voluntad política es cristalina y va acompañada de la convicción de hacer y que caso contrario pasa a ser simple pantomima para lograr votos. Todos sabemos en las Fuerzas Armadas y Policía Nacional de los ofrecimientos y promesas del presidente saliente. En ADOGEN prometió respetar la pensión renovable y el 29 de Julio en palacio de gobierno ante cuadros de todos los grados de las FFAA y PNP corroboró la promesa de dar una solución integral al problema. Ya entendemos lo que se quiso decir.
El 24 de diciembre del 2008, el presidente firó una propuesta presentada por el Ministro Flores Araoz. El 2009 otra propuesta integral presentada por enésima vez, fue víctima de dilación. Luego es conocido que vía ley de presupuesto con la temporalidad que ella tiene, el MEF quiso cerrar las escuelas militares y legislar en materia de defensa, como si el MINDEF pudiese legislar en tributación. Irrespeto, ilegalidad, inconstitucionalidad, y mentiras, he ahí el quid del asunto. Las mentiras han sido el común denominador de los caudillos en los casi dos siglos de historia republicana. Las mentiras que explican por qué no hemos tenido una clara visión de país, donde impere el respeto a pesar de las diferencias. El caudillismo cainita ha de ser reemplazado por líderes auténticos por que el Perú merece otro destino.
Señores ministros además de intentar fragmentar su frente interno, sus propósitos violan el artículo 174 de la constitución política del Perú. Tengan en cuenta que aquellas personas que frisan los 65 o 70 años ya vivieron su régimen pensionario a partir de un contrato social en el siglo pasado. Simplemente no hay forma que pueden volver a vivirlo. Hagan un esfuerzo de empatía y figúrense en su lugar. Seguro les será difícil, pero ese sería un gran ejercicio para ubicarse. Cualquier régimen nuevo debe ser parte de otro acuerdo con aquellas generaciones que se inicien y estén advertidas de las reglas de juego. Lo que intentan hacer es licencioso, no tiene asidero y crea un pésimo precedente. Dice un aforismo en el Ejército del Perú: “la misión primero, las personas siempre”, totalmente coherente con esa responsabilidad interna a la que ustedes han renunciado.