La historia escrita del país, tiene serios vacíos y lo mejor aún está por investigarse. Existen personajes y episodios subestimados o desconocidos y otros –como el caso Iglesias- sobredimensionados. Con ello la nación puede equivocar su verdadero sentido histórico, perder valiosas oportunidades en la creación de valores nacionales o como ya viene sucediendo desde tiempos lejanos, generar tendencias de casi veneración por lo extranjero. Hoy, la pleitesía es mayor si algo o alguien viene de ultramar. Siempre encontramos alguna razón para privilegiar lo externo.
En nuestro país desorientamos a la población llamando “padres de la patria” a los congresistas con un poco de chacota, y creamos paradigmas imposibles. Padre de la Patria debe ser alguien cuyo legado moral sea vital para...